SEGUNDO CAPITULO
Estuvimos sentadas una media hora o cuarenta minutos, nos fué bien, pues los nervios se calmaron mientras observábamos a unos 50 metros a la familia Oviedo Morilla y sus dos managers disfrutar de una comida un poco informal, no por el restaurante, que era impresionante, elegante y sin duda con una cocina excepcional. Sino por las veces que se levantaban de la mesa unos y otros, enseñando sus mòviles y las conversaciones en grupos que se diferenciaban. Eva estaba sentada al lado de Juan Carlos, de cara a nosotras, igual que Jesús, con sus gafas de pasta oscura, mientras ojeaba el mòvil con Toño, a su lado. Enfrente y de espaldas a nosotras, sentados Dani y Alberto, con mucha complicidad entre ellos.
Eva se levantó entre el primer y segundo plato. Vi que venía hacia nosotras para ir a la puerta del hotel a fumar, paso por nuestro lado regalándonos una sonrisa.
No la molestamos, aunque mientras se fumaba el cigarro pensaba en que podíamos decirle, cuando volvió a entrar para volver a la mesa, me levanté y le dije:
- Eva, perdona, hemos intentado comprar entradas para el concierto de esta tarde pero están agotadas, tu no podrías conseguirnos unas para comprar?. Nos dijo muy amablemente que ese tema lo llevaba una empresa externa, que ellos vienen cantan y saben poco más, pero que hablara después con Toño, que quizás el sabría como conseguir. Me pareció encantadora, y ese acento andaluz que les hace diferentes, le hacia un tono gracioso.
Seguimos esperando... vimos que se iban levantando.
Los primeros fueron Dani y Alberto que fueron hacia la furgoneta de fuera pasando por nuestro lado y Dani nos sonrió. Ya habíamos estado con él, no quisimos volver a abordarlo.
Cuando llegaron a la furgoneta no tenían las llaves y subieron a su habitación en la tercera planta. Volvieron a bajar y cogieron un neceser negro con sus cosas personales. (solo con observarles teníamos más que suficiente) Nos hubiéramos pasado allí semanas, si ellos corretearan de esa manera a nuestro alrededor, lo se.
El tercero en levantarse fué Jesús. Fué en busca de su hermano. Vino solo, yo creo que sabía que le ibamos a decir algo, y con carácter tímido paso por nuestro lado mirándonos,
Decididamente nos levantamos las dos con el corazón acelerado.
-Hola Jesús, como estás? ...
Nos saludó, le dió dos besos a Marina y hablamos un poco con él. Nos dijo que por favor no grabásemos ni hiciéramos fotos. que no se lo permitían en el hotel.
Le preguntamos por el concierto y al final le dije que si le podía dar "algo" suyo a Marina de recuerdo. Dijo que no tenía nada encima, pasando sus manos por los bolsillos de la chaqueta y mirando sus muñecas, enseñando una sola pulsera negra con detalles rojos, en su muñeca izquierda, Pero no desistió, "es un encanto". Dijo que ahora cuando bajara Dani y Alberto le pediría algo, aunque fuese una foto para firmarla.
Nosotros pensábamos en algo más personal, pero de todos modos le dimos las gracias.
Y salimos fuera, se acercaba la hora de irse ellos.
Estando fuera salió Jesús, le pedimos de hacernos allí foto con él. Les tuve que pedir que cambiaran de lugar pues el sol me daba en la cámara y era imposible enfocar, El miró el rótulo del Hotel y me dijo, sobre todo que no se vea el nombre del hotel.
Yo iba grabando, en vez de hacer fotos, pensé que los fotogramas serían más.... y más para escoger.
Nos preguntó que como habíamos sabido el hotel en el que estaban, le expliqué que habíamos observado sus snaps y así sabiendo que venían en coche particular podían escoger hotel en la afueras y a base de llamar a hoteles "caros", esa fue mi palabra, y el sonrió.
Me pareció un chico tímido, sensible, simpático y con un gran corazón.
Cuando ya se dirigía hacia la furgoneta le dijimos:
-Jesús... acuérdate de darnos algo... Y dijo si si.. no os vayáis que ahora baja Dani.
Entro a la furgoneta y le dijo a Toño: Toma dale esto a Marina y dile que es uno de mis primeros "foulares" que he tenido. Le dió un PAÑUELO PARA EL CUELLO de color azul cielo y blanco..
DIOS... Marina estaba con lágrimas en los ojos, Jesús no se daba cuenta que era el MEJOR regalo de su vida.
Desde el 27 de febrero no se separa de él.
Salió Dani y le dije :
-Dani, nos vamos. Te puedes hacer una foto con Marina?
-Por supuesto - dijo-. Y cogiéndola por los hombros y sin dejar de sonreir posó para nosotras, Marina sin soltar el pañuelo de sus manos...
Allí tambien estaba Toño, del que tuvimos una amigable conversación mientras bajaba Dani, nos explicó que tienen que coger Hoteles a las afueras para poder estar tranquilos, y que querían hacer dos actuaciones pero que tenían que marchar al dia siguiente a Italia, y que solo habían podido un solo día. Hablamos un rato sobre las fans hasta que ya bajo Dani.
Nos despedimos de todos, deseándoles les fuese genial el concierto. Muchas gracias nos dijeron... Cerraron ya la puerta trasera de la furgoneta y nos dirigimos al coche entre nubes...
Salimos primero y ellos detrás nuestro por el camino que nos devolvía a la vida real. Hasta una rotonda de la que nos separó los caminos.
No podíamos dejar de pensar en lo felices que nos habían hecho, en esa hora y media que habíamos estado allí. Volvíamos a nuestra vida, con un pañuelo que será el mejor recuerdo que tengamos.
Un día que nos marcó para siempre y que se, que aunque busquemos y busquemos otro momento así, nunca será lo mismo.
Ha sido uno de los mejores momentos vividos con Marina. Porque su felicidad es la mía.